El
otro día hicimos un taller cooperativo de comunicación literaria en clase en la
que por grupos de tres teníamos que elegir entre tres tipos de estrategias de
comunicación literaria infantil:
- 1. Cuentacuentos
- 2. Narración con libro
- 3. Lectura
En
mi grupo yo fui la cuentacuentos. Les conté un cuento que me gustaba bastante
cuando era niña, mi madre me lo contaba muchas noches. Junto a los "Siete
cabretillos", "El traje nuevo del emperador" era de mis cuentos
favoritos para la hora de dormir. A la hora de preparármelo para poder contárselo
a mis compañeras, la verdad, no necesite mucha preparación. Pues con leérmelo un
par de veces ya me acordaba de él y era capaz de contarlo en voz alta sin
necesitar ningún apoyo. Sin embargo, como tenía el cuento en el móvil le eche
un vistazo una última vez antes de llegar a clase para refrescar la memoria.
Creo
que es un cuento apto para todas las edades, pero lo recomendaría para los
niños de 5 años. A esta edad pueden entender mejor el engaño de la historia,
cómo nadie quiere decir que no ve el traje por el miedo a admitir que no es
inteligente o que no es merecedor de su cargo.
Este
cuento folclórico fue pasado a papel por Hans Christian Andersen y fue
publicado en 1837 como parte de Eventyr,
Fortalte for Born (Cuentos de hadas contados para niños). Andersen fue uno
de los adaptadores más famosos de la historia, pues reescribía las
obras dándoles sus toques personales. Sus relatos son verdaderos clásicos
a pesar de ser creaciones tan particulares y su transmisión oral se inició,
incluso, antes de la muerte del autor.
Opiniones de mis
compañeros
Seis de mis compañeras
pudieron disfrutar de este maravilloso cuento (maravilloso en mi opinión).
En el primer grupo, fui la
segunda en hacer la actividad. Me comentaron que al principio comencé con un
tono de voz muy llano, pero que según avanzaba en el relato lo fui mejorando.
Les gustó cómo cambiaba el tono de voz, como gesticulaba mostrando el traje
inexistente y la pasión que le ponía.
En el segundo grupo
también fui la segunda. Ambas me felicitaron, incluso, una de mis compañeras me
pidió permiso para grabarme y poder ponérselo a su hermano por la noche a la
hora de dormir. Me dijeron que les gustaron también los juegos que hacía con la
voz, elevar o bajar el tono en función de la situación, los cambios de voces
para los diferentes personajes.
En el último grupo, en
cambio, como hubo un problema de ruido en clase no pude jugar tanto con la voz
y me lo dijeron. Por lo demás fue más bien de lo mismo.
Autoevaluación
Primeramente me gustaría tratar
el tema de cómo introduje a mis compañeras en la historia. Siempre que era mi
turno les explicaba que íbamos a hacer con palabras como: “¿Conocéis la
historia del traje del emperador?” o “os voy a contar una historia muy antigua
que ya me contaban a mi cuando era niña, ¿queréis oírla?”. Claramente (no sé si
porque realmente querían, o porque era la actividad) siempre decían que querían
oírla.
Por otro lado, durante el
cuentacuentos hacia muchos gestos como por ejemplo cogía el supuesto traje y se
lo enseñaba, con los niños a lo mejor podría pasarles el traje o incluso
decirles que lo tocaran para que entraran en ese juego de la historia. También podría
preguntarles cómo ven ellos el traje, si ven los colores y los brillos que
tiene.
Siempre solemos ser más
críticos con nosotros mismos, por eso aunque a mis compañeras las gustase mi
cuento creo que tuve algún fallo. A veces, por querer tener mucho contacto
visual, me perdía y no sabía a quién mirar ya que me
enfrentaba únicamente a dos personas. Además para la próxima vez
tendré al lado una botella de agua, pues con el último grupo tuve que acortar
un poco en detalles pues me quedaba sin voz, ya que había estado toda la clase
haciendo cambios de tonos. Al final se me resentía un poco la garganta.
Por otro lado, en cuanto a
mis puntos fuertes, creo que la pasión que le ponía viene de los recuerdos que
tengo de cuando era niña, de cómo intentaba mantenerme despierta hasta que
llegara el final, noche tras noche. Cuando hablo gesticulo mucho y he sabido
aprovecharlo a la hora de contar el cuento, ya que no creo que venga de mis
escasas dotes teatrales.
Pero como conclusión,
puedo decir que todo es mejorable y que por mucho que agradezca los halagos de
mis compañeras aquel día, seguiré practicando para poder hacerlo cada día
mejor. No es lo mismo contar este cuento a adulto que a niños, necesito
aprender otros recursos para conseguir que el cuento sea llamativo para los
niños y niñas a los que les contaré el cuento.
Sin embargo si me imagino
la situación, sería en un salón tranquilo donde pudiera elevar la voz y hacer
los cambios de voces necesarios sin que pudiera molestar a alguien, también podría
llevar alguna caja donde llevaría ese traje y al final de la clase podría “sacarlo”
para ver cómo reaccionan los niños ante este traje y la imaginación que pueden
llegar a tener. Además también les preguntaría sobre el cuento, si les ha
gustado, o si por el contrario no les ha gustado que sería lo que cambiarían.
Referencias
- https://es.wikipedia.org/wiki/El_traje_nuevo_del_emperador
- Apuntes
de Literatura
Perfecto.
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